La navaja Victorinox Minichamp es la campeona, o casi, de entre las navajas de bolsillo. Lo es por su compacidad, ligereza, manejabilidad, calidad, y por supuesto, por su gran número de funciones para un tamaño tan reducido. Imprescindible para el viajante o para el ejecutivo que, tras una dura jornada de interminables reuniones, llega a su hotel y quiere comer una naranja y no sabe con que pelarla. Para la ejecutiva que quiere tener su cutícula impecable, y que a lo mejor también es aficionada a la fruta. En fín, imprescindible  para el manitas que sabe hacer de todo con su pequeña y mágica navaja.